miércoles, 17 de junio de 2009

Jürgen Habermas. Teoría Crítica.


http://www.jornada.unam.mx/2009/06/17/index.php?section=cultura&article=a05n1cul



La Jornada 16 de junio del 2009

El filósofo alemán cumple 80 años y persiste en el abordaje de grandes temas actuales

Habermas instaló la “teoría crítica” de la Escuela de Frankfurt en la sociedad
“Los políticos se vuelven ridículos cuando se erigen en instancias morales”, sostiene


Jürgen Habermas ha explorado cómo una sociedad puede ser organizada de forma democrática
Dpa

Frankfurt, 16 de junio. Jürgen Habermas nunca ha esquivado los temas de actualidad. A punto de cumplir 80 años, este 18 de junio, quien es considerado uno de los principales pensadores contemporáneos sigue tomando posición frente a los grandes temas de hoy.

Por ejemplo, cuando responsabiliza por la crisis financiera a la inercia de los políticos. “Los políticos se vuelven ridículos cuando se erigen en instancias morales en vez de basar sus acciones en el derecho coercitivo del legislador democrático”.

La obra teórica del filósofo y sociólogo gira desde los años 70 del siglo pasado en torno a la cuestión del “discurso” mediante el cual una sociedad puede ser organizada de forma democrática, y deja hasta hoy su impronta en la vida intelectual de Alemania.

Pero Habermas nunca ha olvidado el contexto europeo. Si hubiera sido por él, los 27 estados del bloque debieran haber celebrado, paralelamente a las elecciones del Parlamento Europeo, un plebiscito sobre el futuro de la Unión. En 2007 afirmó que en la mayor parte de los países de la Europa continental “sigue habiendo mayorías durmientes que favorecerían una Unión más profunda”.

Habermas está presente hasta hoy en el discurso público. En ensayos y entrevistas fustigó la política en Irak del presidente estadunidense George W. Bush, a la cual calificó de “autodestructiva”, destacando al mismo tiempo que él no tiene “el mínimo sentimiento antiamericano”.

Referente de la generación del 68

Habermas es considerado sucesor de los fundadores de la Escuela de Frankfurt, Max Horkheimer y Theodor W. Adorno.

Con ellos trabajó en el Instituto de Investigación Social de Frankfurt de 1956 a 1959, primero en calidad de asistente. “A escala intelectual fue como entrar en un universo nuevo”.

Antes de heredar la cátedra de Horkheimer, en 1964, había obtenido la habilitación de docente en la Universidad de Marburgo y ocupado una cátedra en la de Heidelberg. Habermas siguió desarrollando la “teoría crítica” de sus maestros de Frankfurt y la sacó de su torre de marfil científica para instalarla en medio de la sociedad.

La generación del 68 lo tuvo como referente, pero el filósofo se distanció del movimiento estudiantil y llamó al líder alemán Rudi Dutschke “fascista de izquierda”, algo que hoy lamenta.

Habermas considera que un logro de aquella revuelta fue la amplia democratización de la sociedad. La izquierda le sigue siendo fiel. El gobierno de socialdemócratas y verdes al mando de Schröder lo solía citar y el entonces ministro del Exterior y político verde Joschka Fischer lo llegó a calificar de “filósofo casi oficial”.

En 1971 dio la espalda a Frankfurt por un tiempo para dirigir dos institutos de sociología de la Fundación Max Planck, pero en 1983 volvió por tercera vez a la metrópoli del Meno para asumir la cátedra de filosofía en la universidad hasta su jubilación, en 1994. Hoy Habermas vive a orillas del lago Starnberg, al sur de Munich.

Su principal obra, publicada en 1981, es Teoría de la acción comunicativa. En ella, el filósofo diseña una especie de manual de acción para la sociedad moderna y emprende un intento de reconciliar al socialismo con la democracia.

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